¿Qué hizo Sasha Grey?
Sasha Grey es una actriz
de películas pornográficas. Si googleas su nombre, aparecerán muchos links para
poder verla en cueros haciendo guarradas. Es atractiva, hay que reconocerlo.
Diría que es bonita —aunque no es mi tipo—, pero tiene lo necesario
para ser una buena actriz triple equis. Su verdadero nombre es Marina Ann
Hantzis, nació en marzo de 1988, y se puso el nombre artístico de «Sasha Grey», comenzando su carrera en el cine para adultos el año 2006. Ha declarado que el nombre «Sasha» viene de Sascha Konietzko del grupo KMFDM, mientras que «Grey» procede de la novela de Oscar Wilde El retrato de Dorian Gray y de la escala de Kinsey de la sexualidad. Más de alguno
ha querido tener sexo con Sasha Grey —incluso yo—, y tal vez más de alguno se conforma con un rudimentario
jerk-off, una masturbación a la rápida viéndola en tu computadora... Ella
gimiendo... Ella masturbándose solita... Ella mamando vergas... Ella
eyaculando... Desde luego, Sasha Grey hace cochinadas, desde meterse
consoladores súpergrandes hasta mamársela a varios al mismo tiempo. La mujeraza
ha aparecido en orgías juntos a grandes del porno duro como Rocco Siffredi, el
italiano, donde ella le pidió un golpe en el estómago mientras le realizaba una
felación. Como modelo, Sasha Grey apareció en un video de los Smashing
Pumpkins, y ha participado en películas «serias» desde su retiro del cine para
adultos el año 2011. Reconozco que si estuviera soltero, trataría de ligarme a
una mujeraza como Sasha Grey, sobre todo teniendo conocimiento de lo que es
capaz de hacer en la intimidad de la alcoba. Sus medidas son 86-66-79,
tiene el cabello castaño claro y sus ojos son de color café. No está mal. Ha
rodado alrededor de ochenta películas porno, ha sabido lo que es tragarse el
semen, ha tenido —o fingido— explosivos
orgasmos. Sasha Grey ha ganado varios premios de la industria del sexo,
alrededor de catorce, y la muy bribona hace de Dj en fiestas cool y hasta ha
sacado su propia novela. Aquí me quiero detener un poco. ¿Oyeron bien?: su
propia novela. O sea, tiene un libro. La novela se llama La sociedad Juliette (Grijalbo) y no lo confundan con Juliette del Marqués de Sade. Ha escrito
desde niña, muestra un mundo que el amable lector no ha vivido, y es buena
lectora. Requisitos necesarios para meterte en el mundo de la literatura:
mostrar algo que nadie conoce o tiene conciencia. Desde luego, la novela exhibe
a una chica, Catherine, que se involucra en un club secreto y misterioso donde
se practican actos lujuriosos. Catherine es una estudiante de cine con
inquietudes sexuales que explora el mundo de la lujuria y se mete en este
selecto club, sin embargo todo puede cambiar y ella podría perder todo lo que
tiene por el solo hecho de alcanzar la petite mort o el orgasmo. Placer sexual.
La trama de La sociedad Juliette me
remite a Ojos bien cerrados (1999) de
Stanley Kubrick. Deseo y fidelidad. Grandes temas para realizar una novela de
corte erótico. Porque el sexo vende. Si está bien planteado, puedes disfrutar
de la obra y, si todo marchó bien, te realizarás varias preguntas al final.
¿Qué hizo Sasha Grey? Venía de una familia de clase obrera. Viajó a Los Angeles
y se metió en el despiadado mundo del porno. Tuvo sexo sin cortapisas. Logró
que la publicaran y la tradujeran a varios idiomas. Porque, claro, es simple
literatura erótica. Nada más. El mundo editorial contempla siempre factores
externos a la obra. Había buen material con la novela, pero el hecho de que la
hubiese escrito una ex actriz de películas porno subía los bonos. Algo que
siempre me ha cabreado del mundo editorial son los puntos extraliterarios que
debe tener un autor para que la obra sea publicable y tenga éxito. Sasha Grey
era archiconocida por sus guarradas a las que le pagaban dinero, y era en sí
una mujer con todas las posibilidades de ganar si publicaba una novela. O sea,
tal vez no hubiera tenido ninguna repercusión si Sasha Grey hubiese publicado
una novela del Oeste, pero si publicaba una novela erótica, las cosas irían a
pedir de boca. La sociedad Juliette
se transformó en un éxito de ventas. A nivel de estilo, la novela está narrada
en primera persona, usa correctamente el presente y hay oraciones cortas. Hay
una protagonista joven e inocente. Sasha Grey es una mujer inteligente,
seguramente consiguió lo que ha conseguido siguiendo métodos no muy ortodoxos,
tal vez tuvo sexo salvaje con el editor que la publicó... Qué sé yo... Me
hubiera gustado haber sido su editor. Porque si hubiera sido su editor,
seguramente me hubiera enganchado con ella —hubiéramos
terminado teniendo sexo salvaje—, pero como no fui su editor y estoy
felizmente casado, eso no ha ocurrido. Incluso, el libro puede ser más
interesante que la trilogía Cincuenta sombra
de Grey, de E.L. James, texto —sólo es un «texto»... «Basura
porno para abuelitas» en palabras de Stephen King— que
ha sido llevado al cine y ha vendido como pan bendito. ¿Qué ha hecho Sasha
Grey? Hizo un best-seller de personajes llanos, predecibles. Aparte del rollo sexual,
no hay nada destacable. La trama huele a historia archiconocida. Las jugadas
comerciales de Grijalbo hacen pensar que sólo prevalece lo que antecede a Sasha
Grey, su pasado de actriz porno, y nada más. Porque la historia es nada más que
una novela erótica que si hubiera sido firmada con otro nombre, hubiese pasado
sin pena ni gloria. Ya dije que la trama es archiconocida —cae
en el lugar común—, y es obvio que la publicaron porque
ella había sido una actriz triple equis. En lo particular, el porno me gusta
como género, encuentro que tener la opción de elegir a una chica en la Internet
para tener una fantasía sexual de corto alcance es válido, sobre todo a los
solitarios, pero aquí en esta novela todo me huele a bluff. No hay calidad
literaria. Es refrito liviano de lo del Marqués de Sade. Nada más. Tiene un
estilo parco y convencional. Cero riesgo. Aparte, si hay riesgo, las
megaeditoriales no te publican. Promocionaron a tope el libro, y Sasha Grey ha
ido a ferias del libro como la de Guadalajara, pero te digo: no es literatura.
Si quieres pasar un buen rato, léelo, sueña con que te acuestas con Sasha Grey,
pero no esperes encontrarte con un filón. Seguramente, Sasha Grey es una chica
dulce y cerebral como un científico... No tiene la estampa de una actriz del
cine porno. No es tetona ni rubia, pero uno se puede imaginar que es tu vecina
que te complacerá en tus más deseadas fantasías sexuales... Bienvenida a la
literatura, Sasha Grey. Sabes que el camino de la vida no es fácil, tal vez no
seas mi tipo —prefiero
a Luigina Nike y Sandra Shine—, pero me agradó leer tu novela.